La localidad de Sariñena constituyó un importante emplazamiento en el frente de Aragón, acogiendo distintas reuniones de mandos militares. Igualmente fue cuartel general dependiente del Comité de Milicias Antifascistas. También sede de la Dirección General del Frente, bajo el mando del comandante Reyes. Asimismo, la denominada Casa de Torres, fue sede del Estado Mayor del coronel Vicente Guarner, enviado por la Generalitat para organizar las tropas.
En Sariñena tuvieron asiento las columnas Carlos Marx del PSUC y Lenin del POUM. Se documenta la presencia del anarquista Buenaventura Durruti, quien dio el histórico mitin conocido como “Discurso de Sariñena”, desde la terraza del Casino. También, en otra fase de la guerra, la ministra Federica Montseny, de la CNT, arengó a las tropas desde el mismo balcón.
Con todo, siendo importante la localidad de Sariñena como enclave estratégico en la organización del frente aragonés, hospital militar, colectividad que llegó a emitir papel moneda, nudo de comunicaciones o centro logístico para la reparación de vehículos, etc, su relevancia fundamental radica en la construcción del aeródromo “Alas Rojas”, en el límite de su término municipal con el de Albalatillo.
El Museo de Sariñena cuenta con una sala dedicada al aeródromo, el más importante que tuvo la República para defender el frente de Aragón, con imágenes de las instalaciones de 1936 y una réplica de la bandera de su escuadrilla. Su visita complementa el recorrido por los vestigios.
Aeródromo Alas Rojas
Los notables vestigios del aeródromo se encuentran en el punto kilométrico 3,5 de la carretera HU-V-8301 en dirección a Albalatillo, entre las cuencas de los ríos Flumen y el Alcanadre.
La citada carretera divide el complejo, dejando en la parte derecha la pista de aterrizaje y los elementos defensivos fundamentales, y al lado izquierdo, los restos de las instalaciones auxiliares.
El aeródromo se habilitó el 2 de agosto de 1936, instalándose los primeros aparatos, cazas tipo Nieuport-52, y constituyendo un importante centro estratégico del ejército republicano hasta la ocupación de Sariñena por las tropas franquistas en marzo de 1938, con la caída del frente de Aragón.
El aeródromo “Alas Rojas” estuvo bajo el mando del teniente coronel Alfonso de los Reyes, destacado militante del PSUC.
En los últimos años se han rehabilitado y señalizado los elementos más destacados del complejo, facilitando su visita con paneles informativos y audioguías, que pueden escucharse en este enlace.
Pista de aterrizaje
En el lado derecho de la carretera se conserva parte del cemento de la pista de aterrizaje, la única original conservada de la guerra en España.
Ubicada entre la carretera y los campos cultivados, la pista mide 10 x 500 metros. Sobre ella se han levantado tres granjas alineadas, pero sigue siendo visible desde la verja la rosa de los vientos de cinco metros de radio, grabada en el hormigón del suelo.
En el perímetro de lo que constituyó la pista y superficie auxiliar se abre una línea continua de trinchera de al menos 2,8 kilómetros, perfectamente reconocible, excavada en tierra o en zahorra compactada, de un metro de ancho y un metro de profundidad apreciable en toda su dimensión. Se han recuperado 30 metros, en los que se pueden ver un puesto para ametralladora antiaérea y un polvorín de grandes dimensiones con sus correspondientes entradas y galerías.
Tumba y estela de aviadores
En el límite de las defensas del aeródromo y junto a la entrada de una granja, se encuentran una tumba rematada con una lápida y una estela de piedra.
En la tumba, trapezoidal, puede leerse: “Aquí cayó con otros compañeros el 14-IX-1937, II A. T. (Año Triunfal) luchando por Dios y por España, el capitán voluntario de Aviación Carlos Muntadas S. Prim Duque de los Castillejos nacido en Barcelona en enero de 1901”.
Junto a ella, una estela de piedra arenisca levantada sobre un pedestal y coronada por una semiesfera a modo de tímpano con los símbolos de la Falange (el yugo y las flechas) una cruz latina en el centro y a la derecha el emblema del Arma de Aviación. En el cuerpo central puede leerse “En este lugar dio su vida por Dios y por España el alférez de aviación Abelardo Carazo Calleja en accidente nocturno el 14 de septiembre de 1937. Sus padres le dedican este recuerdo”.
Al otro lado de la carretera, en la parte izquierda en dirección a Albalatillo, se levantaron servicios auxiliares al campo de aviación como barracones para trabajos mecánicos y taller, instalaciones para los pilotos, incluyendo una piscina, depósito de agua elevado, transformador de luz, y un refugio antiaéreo subterráneo de grandes dimensiones construido en hormigón armado. Los restos de este esfuerzo constructivo se encuentran en el ámbito de una finca particular.
Fuente
Un breve tramo de escaleras da acceso a la “Fuente del Saso” o “Fuente de los veinte caños”. De estructura cuadrangular, aunque irregular, y grandes dimensiones, la fuente consta de dos partes diferenciadas. A la izquierda se aprecia la primera obra fechada en enero de 1937, según reza en una breve leyenda en cemento, y que fue construida por el personal del aeródromo para dar servicio a la base aérea; una gran plataforma hormigonada circundada por las pilas, caños de agua y sobraderos cubre la zona de agua embalsada, conformando el resto de la fuente. A la derecha se aprecia la zona de lavaderos que servía para atender las necesidades de pilotos, técnicos y personal auxiliar del aeródromo.
Defensa antiaérea
En este ámbito de servicios, se ha recuperado igualmente una defensa antiaérea de fábrica de hormigón, con su entrada.