Ubicación
- En la Provincia de Huesca, Municipio de Sariñena y pedanía de La Cartuja de monegros, a una distancia de 11 Kms. del casco urbano de Sariñena.
Visitas
- Sábados, Domingos y Festivos. De 11.00 a 14.00 horas
- Para concertar visita fuera de horario. visitalacartuja@dphuesca.es
FUNDACIÓN E HISTORIA
Declarada Bien de Interés Cultural y Conjunto Pictórico-Artístico, la Cartuja de Nuestra Señora de Las Fuentes fue la primera de las cartujas levantadas en el Reino de Aragón.
Fundada en el año 1507 por los condes de Sástago, la historia del lugar es mucho anterior. Los anales de arqueología sitúan aquí, a comienzos del siglo XVI, el descubrimiento de los primeros restos arqueológicos de España, hoy desaparecidos. Allí mismo se ubicó una posada del antiguo Camino Real que unía Monzón con Zaragoza, donde, tras la aparición de una imagen de la Virgen junto a uno de los manantiales de los alrededores, se levantó una ermita. La Virgen sería llamada de Las Fuentes y el manantial, del Milagro.
En esa ermita, los condes de Sástago, Don Blasco de Alagón y su esposa, Doña Beatriz de Luna decidieron enterrar a su primogénito, Artal de Alagón y Luna y después, impulsar la creación del monasterio con el fin de honrar y dignificar el lugar en el que reposaban sus restos.
La compra del templo y los terrenos, que pertenecían a la villa de Sariñena, tuvo lugar en 1506 y de inmediato, los condes comunicaron su decisión de instalar una comunidad de cartujos al Padre General de la Orden, Francisco Puy, que envió una comisión de monjes procedentes de la Cartuja de Scala Dei. Los religiosos tomaron posesión del lugar el 11 de febrero de 1507, dando lugar a la decimoquinta cartuja fundada en territorio español y a la primera instalada en Aragón.
La esterilidad de la tierra y la aridez del clima obligaron a sus moradores a abandonar este primer asentamiento e instalarse en las proximidades de Zaragoza. Años más tarde, en 1589, la Orden Cartuja tuvo que regresar al monasterio para poder recibir una herencia que estaba ligada a la fundación. Estos recursos económicos permitieron emprender la construcción de un nuevo conjunto monástico situado en un llano cercano al antiguo establecimiento. Las obras de la nueva cartuja se prolongaron durante buena parte del siglo XVIII, siendo la etapa de mayor actividad constructiva la que va entre los años de 1745 y 1777.
Ya entrado el siglo XIX, la Cartuja padeció el azote de la Guerra de la Independencia y, poco después, los decretos desamortizadores de Juan Álvarez de Mendizábal pusieron término definitivo a la vida monástica. A partir de ese momento, los usos indebidos, el abandono y en definitiva, la desconsideración de su valor histórico y riqueza artística ocasionaron graves daños al monumento, del que apenas quedan algunos elementos dispersos: la imagen de la Virgen, conservada en la parroquia de Sariñena, donde también había sido trasladada la sillería del coro, que ardió durante la guerra; el baldaquino, conservado en la capilla de Santiago el Mayor del Pilar de Zaragoza y 17 de los 34 lienzos de grandes dimensiones pintados por Bayeu, conservados en el Museo Provincial de Huesca.
PASO A MANOS PÚBLICAS
El deterioro se frenó con su paso a manos públicas en el año 2015. El monumento, que era propiedad de la familia Bastarás, fue adquirido por la Diputación Provincial de Huesca, después de una larga reivindicación política y social.
Desde entonces, la situación de decadencia y progresivo deterioro ha sido revertida, gracias a las importantes y constantes inversiones realizadas por la DPH. Dentro de ellas, cabe destacar la renovación de las cubiertas de los edificios principales, eliminando las filtraciones de agua y consolidando los espacios de uso religioso, lo que permitió proteger y preservar las pinturas murales de fray Manuel Bayeu. También han sido ya ejecutadas varias fases de restauración de la obra pictórica y por ejemplo, rehabilitado el edificio de la portería.
Además del esfuerzo destinado a la mejora y consolidación del monumento, también hay que destacar su vuelta a la vida, siendo edición tras edición el escenario final de los conciertos organizados en el marco del Festival Sonidos de la Naturaleza, SONNA Huesca, de la Diputación Provincial de Huesca. Xoel López, Malú, Amaral, Antonio Orozco, Juan Perro, Rozalen, Miguel Ríos, Manu Chao o Rodrigo Cuevas forman parte de la larga lista de artistas que han actuado en el enclave monegrino.
OBRA PICTÓRICA DE FRAY MANUEL BAYEU
Arquitectónicamente, su planta es de trazado regular y su alzado sencillo y sin ornamentos en el exterior. La iglesia, de una sola nave, presenta planta de cruz latina cubierta con bóvedas de cañón con lunetos y una cúpula hemisférica en el crucero. La sala capitular, a la que se cree fue trasladado el sepulcro de Artal de Alagón y Luna, sin que todavía se hayan encontrado restos, y lo que queda de las galerías del claustro mantienen la sobriedad del conjunto.
Precisamente por esta sencillez llama todavía más la atención el interior de la iglesia, decorada con alrededor de 2000 metros cuadrados de frescos de fray Manuel Bayeu, cuñado de Goya. Se trata de 250 composiciones independientes, todas sobre la vida de la Virgen, las cuatro mujeres del Antiguo Testamento y las cuatro virtudes cardinales. Por ello, y por su intenso sentido escenográfico, suponen una de las más vastas e importantes obras murales del siglo XVII en Aragón.
Fray Manuel Bayeu ingresó en la Cartuja de Las Fuentes en el año 1762 y finalmente, su profesión solemne tuvo lugar el 29 de junio de 1772. Allí viviría la mayor parte de su vida, salvo una larga estancia que hizo en Mallorca, en la cartuja de Valldemosa y alguna más corta en la de Scala Dei por Tarragona. También trabajó fuera del monasterio dejando su impronta en otras dos cartujas aragonesas, Aula Dei y La Concepción.
Descripción
- Su perímetro es un cuadrado de 100 metros de lado, rodeado por un alto muro de muralla. Construcción regida por la simetría y la ortogonalidad.
- Orientado al Norte se accede, atravesando la conserjería y el portal, desembocando en una gran plaza, en cuya derecha están los edificios que ponían en contacto con el exterior a los legos de la Orden, y donde se ejecutaban actividades varias.
- Al frente, se alza la Iglesia, de cruz latina y estilo greco romano neoclásico, con una gran nave dividida en dos piezas: el Coro de los Padres y el Coro de los Hermanos. En el lateral izquierdo, hay una pequeña nave destinada al público masculino.
- Al fondo y detrás del altar de la Virgen, la Sacristía. A la derecha y a través de una puerta se accede al claustro de capillas. Cuenta con un gran claustro mayor, de planta cuadrada con 12 arcos a cada lado.
- En el exterior, en la parte izquierda y al fondo de la Iglesia están las celdas de los monjes y otras dependencias, en la actualidad totalmente destruidas.