Historia de la villa de Sariñena

Toponimia de Sariñena

Toponimia 
Algunos autores apuntan a la Sucosa íbera mencionada por Ptolomeo como la ciudad ilergete cuya localización parece estar clara en Aragón, aunque todos los autores no coinciden en que sea Sariñena.
La Sariniana romana procedería del nombre propio Sarinius, dueño de una villa o finca agrícola instalada en la zona, y que será la misma explicación de otros topónimos de la región, como Ontiñena o Leciñena. 

Sariñena se relaciona también con la voz iberovasca: tzaraganena, cuyo significado literal sería "la que tiene más cantidad de tierras de cultivo de mijo". Y de ahí vendría la denominación durante la dominación árabe: Saragnena, de la que derivaría la medieval posterior, Sarinyena, hasta llegar a la actual Sariñena.

Pero hay otra posibilidad, que se deriva del Latino sarissa, sarissae, que significa lanza, designando el carácter guerrero de sus antiguos habitantes, y así se ha mostrado en su escudo desde que se tiene constancia del mismo, en sus diferentes variantes.

Historia
Sariñena es una de las antiguas villas medievales del reino de Aragón, contando con ceca para moneda, privilegio de ferias, puente sobre el río Alcanadre y otros privilegios reales, a los que se sumaba la iglesia colegial y los tres conventos que de ella dependían (San Francisco y convento del Carmen, hoy desaparecidos, y La Cartuja de las Fuentes).

La ermita de Santiago, levantada en el siglo XIII, formaba parte de uno de los ramales del camino jacobeo catalán que subía desde el Monasterio de Sijena y contaba con un hospital de peregrinos. 

Durante siglos, Sariñena sería conocida por sus tres ferias de ganado: la de la Candelaria, la de Ramos y la de la Santa Cruz.